Josep Maria Canyelles: una trayectoria de 
compromiso con el Voluntariado

La atracción por este sector me ha llevado a aproximarme a él
desde todas las perspectivas posibles: desde voluntario hasta asesor, 
y actuando también desde el sector público!

Ahora, me fascina poder ayudar a las empresas a implicarse 
en esta realidad, encontrar maneras de colaborar 
 y conseguir salir beneficiadas todas las partes.
Empresas de todas dimensiones pueden encontrar en él una práctica adecuada
El Voluntariado de Empresa 
tiene virtudes internas y externas

Josep Maria Canyelles, promotor de Responsabilidad Global y con una dilatada experiencia en el tercer sector, presta apoyo a las empresas en la implantación
Josep Maria Canyelles
jmcanyelles@collaboratio.net
( +34 670 600 223 
skype: jmcanyelles
§ Hace falta encontrar el equilibrio entre los intereses de las tres partes ‘contractuales’ a parte de los propios destinatarios de las actuaciones.
§ El programa corporativo no debe descuidar de alinear hacia las propias estrategias corporativas.
§ Las motivaciones corporativas pueden situar esta práctica bajo dos orientaciones. Ambas son compatibles, pero se les puede otorgar diferente peso. Y el modelo de gestión posterior también puede acentuar una u otra.
El Voluntariado de Empresa favorece mejorar aspectos de la Cultura Organizativa. 

Las personas voluntarias tienden a desarrollar habilidades sociales, mejorar la capacidad de trabajar en equipo, de afrontar la complejidad, de incorporar ciertos valores sociales...
El Voluntariado de Empresa hace visible el compromiso de la empresa con la comunidad a partir de una acción social altamente significativa. 

La empresa gana legitimidad a partir de una práctica enmarcada en unas políticas y compromisos más amplios de Responsabilidad Social.
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Cuando en Junio del 2003 pude organizar un encuentro de empresarios para hablar del Voluntariado de Empresa, esta era una realidad absolutamente incipiente y ampliamente desconocida por la mayoría. 

En el almuerzo de trabajo realizado en el Círculo Ecuestre de Barcelona muchas empresas sugirieron que sería bueno disponer de herramientas prácticas para empezar a situarse y valorar pros y contras. Fruto del debate decidimos realizar un manual que se repartió entre las empresas catalanas, editado por el Instituto Catalán del Voluntariado con la colaboración de Pimec. 

Sólo tres años después, en nuestro país, como en cualquier parte del mundo, esta práctica ha experimentado un crecimiento enorme. Y ahora mismo, saludamos la aparición de un manual elaborado por la Fundación La Caixa que, con gran confianza, estamos seguros de que dará un fuerte impulso al interés de las empresas por esta realidad.

Las políticas de Responsabilidad Social de las Empresas constituyen un terreno abonado dónde esta práctica puede arraigar. Ahora bien, el Voluntariado de Empresa conlleva una gran responsabilidad para la empresa en cuanto que afecta a diferentes partes, una entidad social, unos destinatarios de la acción, y el propio trabajador / voluntario. Y mientras que nadie discutirá el derecho de la empresa a oscilar o hacer variaciones en su política de mecenazgo y esponsorización, en la materia que nos ocupa la empresa debe disponer de un programa más estable y basado en el diálogo con las partes para garantizar que aporte el máximo valor y satisfacción a todas las partes.

Y muy especialmente, las empresas ya no pueden limitarse a pedir a una ONG que los monte el “día de la solidaridad”, porque estas actuaciones carecen de consistencia, sólo pretenden una actividad colectiva con los trabajadores, y acaban generando más problemas y trabajo a la entidad que colaboración real.   Con una visión verdaderamente consistente y estratégica, la empresa debe tener en cuenta la capacidad que esta práctica comparte a nivel interno y a nivel externo. Posiblemente, dentro del campo de la RSE, esta es una de las prácticas que más claramente aporta a las dos dimensiones: la cultura organizativa y la legitimidad social.

Josep Maria Canyelles
Promotor de Responsabilidad Global
10 de Octubre de 2006
§ El Voluntariado de Empresa debe concebirse como una práctica de Responsabilidad Social y gestionarse con toda la complejidad y procesos de diálogo propis de este enfoque 
§ En cada contexto cultural tiene unas peculiaridades. En Europa responde a un modelo determinado y, además, debe vincularse a la realidad de las organizaciones sociales de cada comunidad
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